Cochamó, destino outdoor de talla mundial

by María José Álvarez
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Fotografía de Benjamín Muñoz

Mientras algunos han tenido el privilegio de recorrer la diversidad de paisajes que el Valle de Cochamó ofrece, otros han oído hablar de él, el Yosemite de Chile. Uno de los lugares más increíbles de Sudamérica para hacer trekking y escalada, un santuario impresionante que se ubica en el sur de Chile, al este de Puerto Montt. 

 

Murallas de granito, altas montañas, múltiples cascadas, sin fin de bosques nativos, flora y fauna, más el cristalino Río Cochamó, crean el escenario perfecto para una escapada a conectarse con la naturaleza en su máximo esplendor. 

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Fotografía de Benjamín Camus

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Fotografía de Benjamín Muñoz

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Fotografía de Benjamín Camus

El Valle ofrece trekkings, en donde un alto porcentaje de personas va en busca de las mejores rutas y senderos, es por eso que acá dejamos algunas de las más icónicas:


Mirador del Arcoíris, donde se puede apreciar la vista de todo El Valle de Cochamó. Son aproximadamente 4 horas de ascenso con algunas secciones en donde se usa cuerda fija, donde se recomienda tener casco, mosquetón, arnés y cordín. Un sendero largo y difícil, pero la vista lo vale una y mil veces. 

– Cerro la Paloma, desde los Toboganes parte el sendero al Cerro la Paloma, que exige mucho físicamente y es uno de los más empinados. El trekking pasa por escaladas, bosques y caminatas, sin embargo cuando menos te lo esperas, la vista se abre al imponente glaciar La Paloma. 

– El anfiteatro, desde el sendero La Trinidad, son entre 2 a 3 horas de caminata, al llegar te darás cuenta de inmediato, donde verás un inmenso anfiteatro de rocas y granito, un lugar para contemplar un buen rato. 


También el lugar ofrece algunas de las mejores paredes de granito de Sudamérica para los escaladores, (200 rutas de multigrado) quienes son los que con más frecuencia se ven por esos lados abriendo nuevas líneas. Algunos clásicos son:


– Presencia de mi Padre (5.10, 1400 m)

– Tigres del Norte (5.12d, 1200 m)

– Al Centro y Adentro (5.11+, 500 m)

– Doña Devora Dedos (5.12c, 10 largos)


Avistaje de pájaros para los aficionados, practicar la fotografía, nadar en el Río Cochamó o solo disfrutar de las playas, son otras de las actividades que este lugar ofrece, definitivamente un lugar que no decepciona. 

 

En cuanto a flora, este alberga bosques donde se encuentran algunos de los alerces más antiguos, de hasta 3.000 años, también se nota la presencia de Canelos, el árbol sagrado mapuche nativo de Chile y Coihues que pueden de ser de hasta 40 metros de altura.   

 

Por otro lado, hablando de fauna, si tiene suerte, puede llegar a observar al felino más pequeño de toda América, la Guiña, o al Pudú, conocido como uno de los ciervos más chicos del mundo donde su altura no excede los 40 centímetros. También se encuentra el Monito del Monte o pájaros como el Chucao, el cual es común verlo en el piso del bosque buscando alimentos. 

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Gato Guiña, fotografía de Eduardo Minte

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Chucao, fotografía de Pía Vergara

Normalmente durante la época de verano es donde se ven sobre la verde pampa que se abre entre el valle, múltiples carpas, fogones y a los amantes de la naturaleza en constante movimiento, admirando lo que podría ser uno de los lugares más lindos que hayan visto. 

 

A pesar de ser un lugar mágico y de imponente belleza, algunas veces el clima puede jugar una mala pasada, donde las intensas lluvias incrementan la demanda física, la falta de experiencia, equipamiento inadecuado y otros factores que no fueron previstos. 

 

Sin embargo, es un lugar que no discrimina, donde tanto expertos como amantes de la naturaleza sin experiencia alguna pueden tener la oportunidad de explorar las sorprendentes tierras sureñas de Chile. 


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